We are a collective of organizations based in or dedicated to grassroots organizing in Southeast Los Angeles cities and surrounding cities. Many of us, our families, coworkers, members, and friends live in Southeast LA. The lack of response from our local city officials impacts us daily. California Immigrant Youth Justice Alliance, California Latinas for Reproductive Justice, Communities for a Better Environment, East Yard Communities for Environmental Justice, SELA Chisme, our allies, and our members call for immediate and long-term actions, and resources from our local city officials. This health crisis is having reverberating effects and will continue to impact our communities long after the state of emergency is declared over.
Please show your support by signing the petition below, contacting your elected representatives, and sharing the petition online. Also please fill out this survey, to share how you’ve been impacted by COVID-19 and to get connected to resources. If you are an organization, religious congregation, business, union, or elected official who would like to endorse these demands please email info@eycej.org.
——————————————————————————————————————
Somos un colectivo de organizaciones basadas o dedicadas a la organización de base en las ciudades del sureste de Los Ángeles y las ciudades al rededor. Muchos de nosotros, nuestras familias, compañeros de trabajo, miembros y amigos vivimos en el sureste de Los Ángeles. La falta de respuesta de los funcionarios locales de nuestra ciudades nos impactado al diario. La Alianza de Justicia Juvenil para Inmigrantes de California (CIYJA), Latinas de California para la Justicia Reproductiva (CLRJ), Comunidades para un Mejor Medio Ambiente (CBE), Comunidades de East Yard para la Justicia Ambiental (EYCEJ), SELA Chisme, nuestros aliados y nuestros miembros exigen acciones inmediatas y a largo plazo, y recursos de los funcionarios locales de nuestra ciudad. Esta crisis de salud está teniendo efectos fuertes y continuará afectando a nuestras comunidades mucho después de que se declare el estado de emergencia.
Muestre su apoyo firmando la petición a continuación, contactando a sus representantes elegidos y compartiendo la petición en línea. Además, completa esta encuesta para compartir cómo le ha afectado COVID-19 o para recibir recursos. Si usted es una organización, congregación religiosa, empresa, sindicato, o funcionario electo que desea respaldar estas demandas, envíe un correo electrónico a info@eycej.org.
I endorse the following demands with the utmost urgency, as cities in and surrounding Southeast LA are currently not doing enough to protect those most severely impacted by COVID-19, both directly and indirectly. This includes, but is not limited to, the cities of Bell, Bell Gardens, Commerce, Compton, Cudahy, Huntington Park, Maywood, Lynwood, South Gate, and certain unincorporated communities.
Many of the Southeast cities are made up of majority renter households, with cities like Cudahy and Bell Gardens having rentership rates of 85% and 78% respectively (ACS, 2017). In addition, each of these cities are heavily rent burdened, with the majority of its renters spending over 30% of their monthly income on rent. Not surprisingly, cities in Southeast LA also have a higher percentage of people living under the poverty line compared to the rest of LA County. With a large number of residents losing income during this state of emergency, it will be extremely difficult for individuals and households to afford their rent, mortgage, loans, food expenses, utilities, healthcare costs and other necessities without local government assistance and support. For example, the cities of Lynwood and South Gate’s policy approach to the rent burden issue is insufficient. Both entities expect renters to completely pay back their rent in full after 6 months, failing to acknowledge that these households will be experiencing a sustained loss of income during this time. For those cities that have no rent or mortgage forgiveness program or policy measures in place, more of their residents will feel obligated to work under duress–fear due to their increased exposure to COVID-19, in order to pay their rent or mortgage. Even more problematic for Southeast LA residents are the emerging studies showing that people over exposed to poor air quality and high rates of pollution, as in Southeast LA, are more vulnerable to the impacts of COVID-19.
This is a public health emergency. According to the Los Angeles County Department of Public Health (LACDPH), as of March 26th, there are now 28 <confirmed COVID-19 > cases throughout SELA, a number that unfortunately is expected to grow in the coming weeks. This does not include individuals who were not eligible for testing or who do not have access to healthcare. In addition, the unhoused and unsheltered have no secure space to self-quarantine during this pandemic. In fact, instead of being a community priority in controlling COVID-19, they are an afterthought in this crisis and often criminalized for their current situation by local police departments. To make matters worse for those that are unhoused and unsheltered, they are often harassed, have their homes (whether RVs, tents, cars, etc.) confiscated, and are subject to ridiculous fines. With so many cities closing their public facilities and parks, the unhoused no longer have access to basic hygiene necessities, such as soap and water to disinfect their hands. We also find that local cities are collaborating with ICE to kidnap undocumented folks, many of whom are the sole providers for their households. Local cities have a responsibility to protect those most impacted within their jurisdiction and it is urgent that they do so in an expeditious manner. The majority of tenants will need to pay their rent or mortgage at the beginning of April, and many will unfortunately be unable to do so. The longer local governments fail to take appropriate actions, they risk exposing their constituents to a public health hazard from which any recovery will be either impossible or greatly extended.
We the undersigned expect an immediate and measured response from the aforementioned cities’ councilmembers by 10am (PST), Tuesday March 31st, 2020.
———-
Respaldo las demandas con la mayor urgencia, ya que las ciudades en el sureste de Los Ángeles y sus alrededores no están haciendo lo suficiente para proteger a las personas más gravemente afectadas por COVID-19, tanto directa como indirectamente. Esto incluye, pero no se limita a, las ciudades de Bell, Bell Gardens, Commerce, Compton, Cudahy, Huntington Park, Maywood, Lynwood, South Gate y ciertas comunidades no incorporadas.
Muchas de las ciudades del sureste están formadas por inquilinos, con ciudades como Cudahy y Bell Gardens que tienen porcentaje de inquilino en el 85% y 78% respectivamente (ACS, 2017). Además, cada una de estas ciudades está fuertemente cargada de rentas, y la mayoría de sus inquilinos gastan más del 30% de sus ingresos mensuales en rentas. No es sorprendente que las ciudades en el sureste de Los Ángeles también tengan un mayor porcentaje de personas que viven por debajo del umbral de pobreza en comparación con el resto del condado de Los Ángeles. Con un gran número de residentes que pierden ingresos durante este estado de emergencia, será extremadamente difícil para las personas y los hogares pagar su alquiler, hipoteca, préstamos, gastos de alimentos, servicios públicos, costos de atención médica y otras necesidades sin la asistencia y el apoyo del gobierno local. Por ejemplo, el enfoque de política de las ciudades de Lynwood y South Gate para el tema de la carga de la renta es insuficiente. Ambas entidades esperan que los inquilinos paguen por completo su renta en su totalidad después de 6 meses, sin reconocer que estos hogares tendran una pérdida sostenida de ingresos durante este tiempo. Para aquellas ciudades que no tienen perdón de alquiler o hipoteca con el programa o las medidas de política vigentes, más de sus residentes se sentirán obligados a trabajar bajo coacción, miedo debido a su mayor exposición al COVID-19, para pagar su renta o hipoteca. Aún más problemáticos para los residentes del sureste de Los Ángeles son los estudios emergentes que muestran que las personas sobreexpuestas a la mala calidad del aire y las altos niveles de contaminación, como en el sureste de Los Ángeles, son más vulnerables a los impactos de COVID-19.
Esta es una emergencia de salud pública. Según el Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles (LACDPH), hasta el 26 de marzo, ahora hay 28 casos <confirmados de COVID-19> en todo el SELA, un número que desafortunadamente se espera que crezca en las próximas semanas. Esto no incluye a las personas que no eran elegibles para la prueba o que no tienen acceso a la atención médica. Además, los desalojados y sin refugio no tienen espacio seguro para ponerse en cuarentena durante esta pandemia. De hecho, en lugar de ser una prioridad de la comunidad en el control de COVID-19, son una ocurrencia sin prioridad en esta crisis y a hasta son criminalizados por su situación actual por los departamentos de policía locales. Para empeorar las cosas para aquellos que no están alojados y sin refugio, son hostigados, confiscan sus hogares (ya sean vehículos recreativos, carpas, automóviles, etc.) y están sujetos a multas ridículas. Con tantas ciudades cerrando sus instalaciones públicas y parques, los desalojados ya no tienen acceso a las necesidades básicas de higiene, como jabón y agua para desinfectar sus manos. También encontramos que las ciudades locales están colaborando con ICE para secuestrar a personas indocumentadas, muchos de los cuales son los únicos proveedores de sus hogares. Las ciudades locales tienen la responsabilidad de proteger a las personas más afectadas dentro de su jurisdicción y es urgente que lo hagan de manera expedita. La mayoría de los inquilinos deberán pagar su renta o hipoteca a principios de abril, y muchos lamentablemente no podrán hacerlo. Mientras más tiempo los gobiernos locales no tomen las medidas apropiadas, corren el riesgo de exponer a sus electores a un peligro para la salud pública del cual cualquier recuperación será imposible o se extenderá en gran medida.
Los firmantes esperamos una respuesta inmediata y medida de los miembros del consejo de las ciudades antes mencionadas para las 10 a.m. (PST), Martes 31 de Marzo de 2020.
[emailpetition id=”2″]
Support the Growth of Our Movement with a Donation
SELA Community Demands
**Español Siguiente**
We are a collective of organizations based in or dedicated to grassroots organizing in Southeast Los Angeles cities and surrounding cities. Many of us, our families, coworkers, members, and friends live in Southeast LA. The lack of response from our local city officials impacts us daily. California Immigrant Youth Justice Alliance, California Latinas for Reproductive Justice, Communities for a Better Environment, East Yard Communities for Environmental Justice, SELA Chisme, our allies, and our members call for immediate and long-term actions, and resources from our local city officials. This health crisis is having reverberating effects and will continue to impact our communities long after the state of emergency is declared over.
Please show your support by signing the petition below, contacting your elected representatives, and sharing the petition online. Also please fill out this survey, to share how you’ve been impacted by COVID-19 and to get connected to resources. If you are an organization, religious congregation, business, union, or elected official who would like to endorse these demands please email info@eycej.org.
——————————————————————————————————————
Somos un colectivo de organizaciones basadas o dedicadas a la organización de base en las ciudades del sureste de Los Ángeles y las ciudades al rededor. Muchos de nosotros, nuestras familias, compañeros de trabajo, miembros y amigos vivimos en el sureste de Los Ángeles. La falta de respuesta de los funcionarios locales de nuestra ciudades nos impactado al diario. La Alianza de Justicia Juvenil para Inmigrantes de California (CIYJA), Latinas de California para la Justicia Reproductiva (CLRJ), Comunidades para un Mejor Medio Ambiente (CBE), Comunidades de East Yard para la Justicia Ambiental (EYCEJ), SELA Chisme, nuestros aliados y nuestros miembros exigen acciones inmediatas y a largo plazo, y recursos de los funcionarios locales de nuestra ciudad. Esta crisis de salud está teniendo efectos fuertes y continuará afectando a nuestras comunidades mucho después de que se declare el estado de emergencia.
Muestre su apoyo firmando la petición a continuación, contactando a sus representantes elegidos y compartiendo la petición en línea. Además, completa esta encuesta para compartir cómo le ha afectado COVID-19 o para recibir recursos. Si usted es una organización, congregación religiosa, empresa, sindicato, o funcionario electo que desea respaldar estas demandas, envíe un correo electrónico a info@eycej.org.
I endorse the following demands with the utmost urgency, as cities in and surrounding Southeast LA are currently not doing enough to protect those most severely impacted by COVID-19, both directly and indirectly. This includes, but is not limited to, the cities of Bell, Bell Gardens, Commerce, Compton, Cudahy, Huntington Park, Maywood, Lynwood, South Gate, and certain unincorporated communities.
Many of the Southeast cities are made up of majority renter households, with cities like Cudahy and Bell Gardens having rentership rates of 85% and 78% respectively (ACS, 2017). In addition, each of these cities are heavily rent burdened, with the majority of its renters spending over 30% of their monthly income on rent. Not surprisingly, cities in Southeast LA also have a higher percentage of people living under the poverty line compared to the rest of LA County. With a large number of residents losing income during this state of emergency, it will be extremely difficult for individuals and households to afford their rent, mortgage, loans, food expenses, utilities, healthcare costs and other necessities without local government assistance and support. For example, the cities of Lynwood and South Gate’s policy approach to the rent burden issue is insufficient. Both entities expect renters to completely pay back their rent in full after 6 months, failing to acknowledge that these households will be experiencing a sustained loss of income during this time. For those cities that have no rent or mortgage forgiveness program or policy measures in place, more of their residents will feel obligated to work under duress–fear due to their increased exposure to COVID-19, in order to pay their rent or mortgage. Even more problematic for Southeast LA residents are the emerging studies showing that people over exposed to poor air quality and high rates of pollution, as in Southeast LA, are more vulnerable to the impacts of COVID-19.
This is a public health emergency. According to the Los Angeles County Department of Public Health (LACDPH), as of March 26th, there are now 28 <confirmed COVID-19 > cases throughout SELA, a number that unfortunately is expected to grow in the coming weeks. This does not include individuals who were not eligible for testing or who do not have access to healthcare. In addition, the unhoused and unsheltered have no secure space to self-quarantine during this pandemic. In fact, instead of being a community priority in controlling COVID-19, they are an afterthought in this crisis and often criminalized for their current situation by local police departments. To make matters worse for those that are unhoused and unsheltered, they are often harassed, have their homes (whether RVs, tents, cars, etc.) confiscated, and are subject to ridiculous fines. With so many cities closing their public facilities and parks, the unhoused no longer have access to basic hygiene necessities, such as soap and water to disinfect their hands. We also find that local cities are collaborating with ICE to kidnap undocumented folks, many of whom are the sole providers for their households. Local cities have a responsibility to protect those most impacted within their jurisdiction and it is urgent that they do so in an expeditious manner. The majority of tenants will need to pay their rent or mortgage at the beginning of April, and many will unfortunately be unable to do so. The longer local governments fail to take appropriate actions, they risk exposing their constituents to a public health hazard from which any recovery will be either impossible or greatly extended.
We the undersigned expect an immediate and measured response from the aforementioned cities’ councilmembers by 10am (PST), Tuesday March 31st, 2020.
———-
Respaldo las demandas con la mayor urgencia, ya que las ciudades en el sureste de Los Ángeles y sus alrededores no están haciendo lo suficiente para proteger a las personas más gravemente afectadas por COVID-19, tanto directa como indirectamente. Esto incluye, pero no se limita a, las ciudades de Bell, Bell Gardens, Commerce, Compton, Cudahy, Huntington Park, Maywood, Lynwood, South Gate y ciertas comunidades no incorporadas.
Muchas de las ciudades del sureste están formadas por inquilinos, con ciudades como Cudahy y Bell Gardens que tienen porcentaje de inquilino en el 85% y 78% respectivamente (ACS, 2017). Además, cada una de estas ciudades está fuertemente cargada de rentas, y la mayoría de sus inquilinos gastan más del 30% de sus ingresos mensuales en rentas. No es sorprendente que las ciudades en el sureste de Los Ángeles también tengan un mayor porcentaje de personas que viven por debajo del umbral de pobreza en comparación con el resto del condado de Los Ángeles. Con un gran número de residentes que pierden ingresos durante este estado de emergencia, será extremadamente difícil para las personas y los hogares pagar su alquiler, hipoteca, préstamos, gastos de alimentos, servicios públicos, costos de atención médica y otras necesidades sin la asistencia y el apoyo del gobierno local. Por ejemplo, el enfoque de política de las ciudades de Lynwood y South Gate para el tema de la carga de la renta es insuficiente. Ambas entidades esperan que los inquilinos paguen por completo su renta en su totalidad después de 6 meses, sin reconocer que estos hogares tendran una pérdida sostenida de ingresos durante este tiempo. Para aquellas ciudades que no tienen perdón de alquiler o hipoteca con el programa o las medidas de política vigentes, más de sus residentes se sentirán obligados a trabajar bajo coacción, miedo debido a su mayor exposición al COVID-19, para pagar su renta o hipoteca. Aún más problemáticos para los residentes del sureste de Los Ángeles son los estudios emergentes que muestran que las personas sobreexpuestas a la mala calidad del aire y las altos niveles de contaminación, como en el sureste de Los Ángeles, son más vulnerables a los impactos de COVID-19.
Esta es una emergencia de salud pública. Según el Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles (LACDPH), hasta el 26 de marzo, ahora hay 28 casos <confirmados de COVID-19> en todo el SELA, un número que desafortunadamente se espera que crezca en las próximas semanas. Esto no incluye a las personas que no eran elegibles para la prueba o que no tienen acceso a la atención médica. Además, los desalojados y sin refugio no tienen espacio seguro para ponerse en cuarentena durante esta pandemia. De hecho, en lugar de ser una prioridad de la comunidad en el control de COVID-19, son una ocurrencia sin prioridad en esta crisis y a hasta son criminalizados por su situación actual por los departamentos de policía locales. Para empeorar las cosas para aquellos que no están alojados y sin refugio, son hostigados, confiscan sus hogares (ya sean vehículos recreativos, carpas, automóviles, etc.) y están sujetos a multas ridículas. Con tantas ciudades cerrando sus instalaciones públicas y parques, los desalojados ya no tienen acceso a las necesidades básicas de higiene, como jabón y agua para desinfectar sus manos. También encontramos que las ciudades locales están colaborando con ICE para secuestrar a personas indocumentadas, muchos de los cuales son los únicos proveedores de sus hogares. Las ciudades locales tienen la responsabilidad de proteger a las personas más afectadas dentro de su jurisdicción y es urgente que lo hagan de manera expedita. La mayoría de los inquilinos deberán pagar su renta o hipoteca a principios de abril, y muchos lamentablemente no podrán hacerlo. Mientras más tiempo los gobiernos locales no tomen las medidas apropiadas, corren el riesgo de exponer a sus electores a un peligro para la salud pública del cual cualquier recuperación será imposible o se extenderá en gran medida.
Los firmantes esperamos una respuesta inmediata y medida de los miembros del consejo de las ciudades antes mencionadas para las 10 a.m. (PST), Martes 31 de Marzo de 2020.
[emailpetition id=”2″]
Support the Growth of Our Movement with a Donation
Recent Posts